…La alegría más pura, la felicidad sin sombra de la madre, la experimentara ella en sus nietos. Con ello solo ya es feliz y es por este medio como la naturaleza paga su continua vida de sacrificios. Aquí podrá mimar sin obstáculos, aquí ella se podrá alegrar con toda el alma, sin estar cargada con duros deberes, y aquí los hijos casados deberían saber conceder sin límites esta felicidad para ella, bien merecida. Nunca podrá ser equiparado lo que pueda contribuir la abuela a una deficiente educación del nieto, con la enorme deuda de agradecimiento contraída con la madre, y aunque la abuela pueda dificultar la educación de los nietos, no puede ello ser comparado con la inmensa alegría que experimenta. Dejemos a nuestras madres este privilegio y no nos embarquemos en temerosas preocupaciones educativas. Las madres de nuestra actual generación, tienen más derecho que las anteriores a ver reconocida su laboriosa entrega y sacrificio: Son las madres de los años de la guerra y la inflación, las que vivieron los años de esplendor y decadencia de Alemania. No solo han vivido el duro destino de todas las madres, sino que además son las heroicas luchadoras por la libertad, el honor y la patria. Los logros de la mujer en los años de guerra, no quedan de ninguna manera por detrás de la heroica lucha de los hombres en el campo de batalla. Dio sus hijos a la patria. Mientras fuera los hombres mantenían la gigante lucha contra un mundo de enemigos, diariamente miles de cuchillos atravesaban el corazón materno en la patria. Palabras nos bastan para describir el sin numero de sacrificios que diariamente se prestaron, y pese a todos los tormentos del alma, encontraron la fuerza para subsistir al padre ausente, para sustituir a la ausente fuerza de trabajo paterna. Llena de continuas preocupaciones y temores por el destino de su marido y sus hijos, iba al puesto por ellos dejado y aun encontraba tiempo y fuerzas para ayudarles en su desesperada lucha, con sacrificio y amor.
Pero no bastaba con esta carga espiritual que representaban los ausentes. Su corazón se rompía en pedazos a diario al ver el hambre de sus hijos en el hogar. Este supremo esfuerzo corporal y esta pesada carga espiritual, la tomaba sobre si a gusto.
Su vida era más que nunca una terna preocupación y esfuerzo, lucha y objetivos alcanzados, y en este tiempo enseño al mundo todo lo que una madre es capaz de hacer.
¡Cuantos corazones maternos han sido heridos de una manera incurable! ¡Cuantas esperanzas maternas han sido enterradas, y cuantos heroicos corazones de mujer han sabido, cuando el temible destino les arrebato al padre de sus hijos y sustentador de la familia, echar sobre si de forma decidida la lucha por la existencia, y han sido para sus hijos, padres y madres, educadores y profesores!
Lo que esto significa, lo sabemos nosotros de los años de posguerra. Hemos vivido en los años de la inflación como la propiedad duramente conseguida, era aniquilada en un día y como pese a todo el trabajo y al máximo esfuerzo, la preocupación por el futuro era inútil. Los más sagrados valores del pueblo alemán se derrumbaban. Moral, Honor, Amor a la Patria…debían ceder ante el poder destructor de un modo de pensar ruin y falto de piedad. Así, también el valor de la madre fue degradado, y el absurdo de una época frívola la aparto violentamente de su puesto ancestral de portadora y defensora de la familia y la degrado a compañera del hombre, cuyo último fin era estar al nivel del hombre o sobrepasarlo, en los terrenos de la política y el trabajo. No fue ningún milagro que cuando un hombre surgió del pueblo, portador de una nueva época y luchador por una nueva moral y un nuevo honor, la mujer, y sobre todo la madre, ya de forma instintiva se pusieron a su lado, y tras comprender sus altos fines morales y espirituales, se convirtiera en su mas entusiasta seguidora y fanática militante. El sacrificio de las madres ha sido de nuevo incalculable durante esta lucha. El número de maridos e hijos que durante esta lucha por Alemania cayeron asesinados, es grande, pero el número de lágrimas que han derramado las mujeres alemanas es inconmensurable… Y si hoy Alemania sale de la miseria y la desesperación camino de nuevo hacia la fe y la esperanza, la madre alemana tiene en ello una participación considerable. Y esto no lo queremos olvidar ni nosotros ni Alemania.
viernes, 1 de agosto de 2008
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1 comentario:
Vasectomía obligatoria para las madres de los nazis... ahora!!!!!!
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